
HAGAMOS UNA REVOLUCIÓN DEL JUEGO.
Juguemos hasta que cambie todo. Juguemos para transformarlo todo. Que si todo explota y tenemos que empezar de nuevo, será bueno que sepamos jugar. ¿Acaso no se acuerdan cuando nada más importaba? ¿Acaso nos olvidamos de la capacidad que teníamos de inventar mundos nuevos a cada rato?
Y que no sea necesario que explote todo. Que jugar se convierta en parte de nuestra rutina, de nuestro quehacer revolucionario personal. Jugar a cambiar, a transformar, a no estar estáticos. Que las cosas mueren cuando dejan de moverse. Que no queremos andar por la vida empantanados en rutinas y a contratiempo.
Queremos jugar. Hay que exigirse jugar. Hay que esforzarse para cuidar y criar a nuestra propia infancia, la que tenemos adentro, quizás como un recuerdo pero que siempre va a estar ahí acompañándonos e influenciando lo que somos ahora.
Jugar, porque un juego es una gran manera de poner un paréntesis a lo que está pasando, de generar sonrisas, de pedir perdón, de reírse a carcajadas, de desacelerar y de tantas cosas más.
Queremos una revolución del juego. Queremos un mundo con personas que no dejan de jugar. Queremos infancias repletas de juego toda la vida. Queremos movimiento, queremos volver a encontrarnos en las plazas, en las casas, alrededor de las mesas para empezar un juego nuevo cada vez. Porque uno no se olvida de las personas que jugaron con uno, de las que participaron con vos en tus momentos de juegos. Si queremos impactar en las vidas de quienes pasan por nuestro lado, jugar es una gran manera de conseguirlo.
En este 25 de mayo celebramos la revolución del juego, porque nada es más transformador que la capacidad de jugar.
La revolución del juego quiere decir :jugá hasta que algo (o todo) cambie.
Y de paso, les pasamos este link con un juego del 25 de mayo de PAKA PAKA.
¡Por algún lado hay que empezar!