¿Qué pasa cuando nos aburrimos? ¿Cuántas horas al día podemos pasarnos en una computadora jugando, viendo videos o fotos en las redes sociales?
Esas actividades, por repetitivas que parezcan, parecen no generar aburrimiento jamás. Son unos grandes distractores.
El ABURRIMIENTO parece ser una mala palabra hoy en día. Le escapamos como si fuera lo peor que podría pasarnos.
Pero el aburrimiento puede ser (y es) una catapulta para disfrutar mejor las cosas que nos gustan y también para ser más creativos, más audaces, intentar cosas nuevas.
Cuando nos aburrimos hacemos un proceso de desintoxicación de dopamina (la sustancia que libera el cerebro cuando recibe estímulos agradables y placenteros). Esto es importante porque, de lo contrario, cada vez necesitaríamos más cantidades de dopamina para sentirnos bien y sería más difícil no aburrirse.
Aburrirse no quiere decir algo malo. Es necesario, sin embargo, canalizar ese aburrimiento, aprender a aburrirse. No matar el aburrimiento con placeres pasajeros, sino aprender a disfrutar de los procesos y del simple hecho de no hacer nada. Dejar que la mente se ponga en blanco, vaciarla de los estímulos externos para poder generar los propios mundos, explorar las conexiones que hacemos nosotros mismos.
¿Qué podemos hacer cuando nos aburrimos?
La próxima vez que se sientan aburridos, en lugar de buscar qué hacer para entretenerse de manera rápida (cómo pasar horas mirando mensajes o fotos en el teléfono o jugando juegos repetitivos o videos en cadena)… desafíense a disfrutar de ese momento de aburrimiento, atravesarlo y darle descanso al cuerpo y a la mente del estímulo constante.
Pensemos el aburrimiento como ese momento donde se está cocinando algo nuevo, como ese momento de búsqueda de algo que nos entusiasme creativamente, de algo diferente a lo que estamos acostumbrados. El aburrimiento sólo es un problema si nos resistimos a él y tratamos de escaparle en lugar de aprovecharlo. Es más, algunos psicólogos y estudios sobre el comportamiento creativo sugieren hacer actividades que generan cierto aburrimiento (o que le den descanso a la mente) como:
- Hacer caminatas por caminos que ya conocemos, sin audífonos, sin teléfono. El sólo hecho de caminar aumenta la actividad cerebral creativa casi un 60%.
- Leer.
- Meditar.
- Repetir una actividad tratándola de hacer cada vez mejor.
No hacer nada y simplemente ser, estar con uno mismo, hacer lugar al silencio para conocerse mejor. - Hacer tareas sencillas que no nos requieran esfuerzos.
- Pintar mandalas o colorear un libro.
- Soñar despiertos, imaginar mundos posibles o imposibles.
Estas actividades generan un aburrimiento positivo, que es al que tenemos que dar lugar en nuestra vida. Así los momentos de grandes estímulos serán más agradables y, sobre todo, vamos a poder inventar nuevas formas de escapar al aburrimiento.
¿SE ANIMAN A IDENTIFICAR EN QUÉ MOMENTO SE ABURREN Y QUÉ HACEN CON ESO?